jueves, 19 de enero de 2023

Notitas

Es tan simple como respirar, es tan real como el cielo y todo aquello que lo complementa. Tan sublime como el silencio que se percibe allá en el mar o en la sabana cubierta de hierba, con olor a vida.

Entendí ahora más que nunca que ese amor tan grande y tan real que jamás debe olvidarse o morir es el que tienes por ti mismo; me lo ha ternminado de reafirmar Miley Cyrus con su controversial, polémica y fantástica canción, nos ha llenado de flores la vida.

Me recuerda que es tan necesario a veces ese estrujón o ese mal rato, esa etapa de tocar el fondo para apreciar con mejor vista el horizonte que te sonríe. Pero que a veces no lo vemos porque nos ha cegado una sombra. Una sombra que no quiere vernos felices. Puede ser la rutina, puede ser la monotonía, puede ser cualquier cosa. Que mayormente dejamos que nos atrape y que a veces llga a asfixiarnos. Entonces sentimos que en un escape a la rutina se nos reinicia la vida, un paseo al aire libre, un paseo a la orilla de la playa. Cosas sencillas que son tan necesarias.

Hace tanto que no respiro profundo, hace tiempo que me he dejado llevar por la amarga rutina.

erspectiva, todo cambia hasta de color. Aquello por lo que lloramos alguna vez ya nos causa gracia.

Debra B.

viernes, 12 de agosto de 2022

¿Hay algo más feo?


Le has dado con los pies a todo lo bonito que eres, a todas tus cualidades y virtudes. Más bien a lo que creí que eras. Hiciste un caos y una tormenta en un vasito de agua, y no ha sido suficiente porque me has echado la culpa a mi, tan descaradamente. 

La verdad es que si tengo culpa, porque quise confiar y creer, estaba olvidando que debía ser de piedra como me estaba convirtiendo. El gran error ha sido creer y confiar porque sí. Por darme a mi misma una oportunidad. Por confiar y creer. 

Estamos enteros pero no somos suficiente, tenemos cualidades y características únicas e inigualables pero no llegamos a ser suficientes, damos lo mejor de nosotros y seguimos sin ser suficientes. Tenemos valores y principios que se daban la mano, o eso creía yo, igual no ha sido suficiente. Me repetiré que no hemos venido a llenar por ninguna razón las expectativas de nadie, solo las nuestras. En eso tal vez también fallamos. Qué complejos llegamos a ser, de verdad.

Que dilema y que frustración. Yo quería más, esperaba más aunque con dudas. Porque soy capaz de dar lo que espero alguna vez recibir; eso está muy mal. Y ya no quiero más, no espero más, solo paz y tranquilidad, nada más quiero. Quise creer que todo era verdad, desde el principio, pero muy dentro de mí sabía que en cualquier momento esto llegaría a su fin, solo que no esperaba que fuera tan doloroso. 

Y me repito una y mil veces que debo: "aprender a dar proporcional a lo que me dan a mi", sin embargo no es suficiente.

Pero hay cosas que se rompen, que no las he roto yo pero debo pagar por los daños. Admiro y no entiendo esa capacidad que tienen algunas personas de fingir amor, y realmente no entiendo hasta dónde quieren llegar y por qué buscan hacer eso a personas que han entregado un poco de si mismos por intentar "algo real".

Ya no es necesario más palabras vacías y faltas de sentimiento, si no queremos estar en un sitio es mejor alejarse a tiempo. He comprendido a las malas que ser muy bueno y portarse muy bien, no trae nada bueno. El respeto se pierde tan rápido.

Quiero creerme más cosas y que sean reales, que la compañía sea valorada como debe ser, que no haya cabida para más dolores. Aunque es de locos creer que podremos evitarlos por siempre. No quisiste hacer las cosas bien y me lo sigo reprochando a mi.

Esta persona es bien chapada a la antigua, he sido de las que ama los detalles así sean mínimos, porque eso da a demostrar muchísimo de alguien, con eso me he estrellado tantas veces que ya debería tener una medalla por eso, pero no es así. Ya solo quiero llorar y que se vaya todo el dolor, que amanezca mañana y que esta pesadilla ya haya acabado, esconderme bajo las sábanas y despertar como si nada ha pasado. 

Dejar que el dolor cese y que el tiempo pase, curando así las heridas del corazón.

Algo mejor vendrá, porque los dolores no son en vano. 

Dedícate a aprender de cada dolor.

lunes, 30 de mayo de 2022

Fin de mes.. mitad de año.



Necesito estar en paz, en calma total. El pasar de los años y las cositas que va trayendo ya no se cuál es la sensación que me produce. 

Esas inmensas ganas de gritar, de correr, de escapar, de querer tanto y sentir que sigo con las manos vacías. Tan vacías como mis pasos que tampoco sienten haber encontrado el rumbo.

Entre líneas y letras me pierdo siempre, es mi mejor manera de reencontrarme, sin embargo  necesito más que nunca concentrar mi energía en el hacer y no abrumarme con el pensamiento de querer avanzar. 

Conectar conmigo, conectar con lo que debe llenarme la vida. Que por duro que sea todo no nos es imposible alcanzar esos trozos de vida que algunos llaman metas.

Quiero poder decir que sí, que estoy bien con todas las letras y en todos los sentidos. 

La verdad es que procuramos estar menos rotos cada vez, cada escena o capitulo nos marca de alguna manera. Nos concentramos  en los resultados finales, cuando estamos siempre en proceso.

Y hablando de finales, aunque tal vez no tenga mucho sentido, es bueno ponerse limites y establecer planes aunque nos cuente una vida y parte de la que sigue. No veas lo complicado que se puede tornar esto. Cuando sabes de sobra que aquellos pensamientos cotidianos de problemas frecuentes te absorben en cuerpo y mente. Claro que podemos levantar la cabeza, sacudir todo y vuelta a empezar, ahora es el momento de un gran empujón. Cuanto necesito ese gran empujón.

Tengo la sensación de que los días están pasando muy rápido, o es que mis minutos no están siendo aprovechados como debe ser, caray cuantos dilemas nos aturden la vida, nos descontrolan la cabeza y nos vuelven un poquito mas desquiciados.

Debra, Bravo

viernes, 8 de enero de 2021

Como lluvia

Esperaba siempre a que lloviera, en el sentido literal y que aquél  clima frío me arropara. Que estuviera siempre así el ambiente, porque ahí en esos instantes llegaba siempre un mar de ideas, pensamientos y emociones, como de golpe. Y sentía como si alguien con una gran fuerza, me abrazara y me dejara más pequeña de lo que soy, indefensa y protegida, así todo a la vez. 

Soñaba con finales felices, siempre. Aunque no siempre esperaba finales, solo felicidad, que tonta. Me miraba como la protagonista de alguna comedia romántica, pero sin lo romántico. Una extraña secuencia de microhistorias, con más chiste que realidad. 

Aquellas sensaciones se repetían con mucha frecuencia. Y en su pequeña cabecita tenía la idea de que, había algo buscando darle señales de algo que aún no logró descifrar, que tal vez entienda cada vez menos. No es necesario matarse la cabeza para entender, o prestar más atención, para escuchar tal vez alguna voz en la cabeza. 

Salir a tomar el sol radiante de su natural tierra caliente también era reconfortante, como si los climas cambiaran las emociones y recargaran o quitaran las energías, tanto la lluvia fría como el sol radiante tenían efectos extraños. 

Tal vez la señal estaba tan clara que se negaba a mirarla. El encierro empezaba a enloquecerle y necesitaba salir desesperadamente de allí, tomar aire, respirar profundo fuera de aquellas paredes que se le venían encima.

Cuán necesario es, mover la vista y escudriñar horizontes nuevos. Observar con detenimiento si existe alguna señal y esperar a que volviera a llover. Así como lo es el salir ahí a ese pequeño balcón, a tomar aire y recargar ideas. Y con ganas de sentir la garúa en el rostro. 

Debra, Bravo

sábado, 21 de noviembre de 2020

¡En tiempos de pandemia!


Tengo la extraña sensación de creer que siempre estoy buscando algo, algo que no termino de encontrar, tal vez sea a mi misma y mi brújula esté atrofiada, no lo se. 

Me lo repetí tanto como pude, hasta que se hizo real. Y eso que es lo más real, es la mejor versión de mi misma. A veces me canso de nada y por todo; otras veces me repito que será suficiente, y otras tantas me exijo más de lo que debería, la competencia es conmigo, con mejorar esta nueva versión, la mejorada... como si pudiera ser perfecta. 

Si si si, es una tontería aspirar o querer la perfección y no espero alcanzarla, creo que el ahora es el momento perfecto siempre, este preciso momento en el que te detienes a leerme, ese en el que caes en cuenta de que me faltan unos tornillos.

Y me amo así,  no espero la aprobación de nadie más que de mi misma, antes no lograba apreciar tanto de mi como ahora,  y no daba lo suficiente. Porque el miedo siempre ha existido,  ya nada importa, hace rato que han dejado de importar muchas cosas.

Los vuelcos han sido drásticos  e inesperados, no solo para mi,  y  lo que mejor podemos hacer en estos casos es  aprender de todo. Debo admitir que me gusta permanecer en una burbuja de cristal, donde solo puedo ver lo bonito de cada situación, ya no miro noticias a menos que sea por accidente o casualidad. 

No es que quiera escapar de la realidad propiamente, es que esa carga de malas energías me desvía de mi foco, y ya le agarré el ritmo a esta nueva yo que no se detiene, y que pocas veces mira hacia atrás.

No suena muy bonito, pero hay que agradecerle a la crisis por lo que nos ha enseñado. Particularmente pienso, si existe una persona que no haya aprendido más de mundo, o de sí mismo en estos tiempos, pues debería estudiar a fondo cuál es el propósito de su existencia. 

Aprender de la soledad, para conocerse más a si mismos.

Aprender de la compañía; esa de los seres queridos, las personas que nos acompañan a diario donde sea que estemos, amigos, familia.

Aprender a descubrir cuántas habilidades tenemos escondidas y que salen a flote en la pandemia, aprender el arte de la cocina, el arte de dibujar, el arte de diseñar y crear, etc.

Aprender, aprender y seguir aprendiendo. 

Debra, Bravo


jueves, 9 de abril de 2020

Fragmentos

Estaré perdida porque quiero

Estaré perdida porque me da la gana

Hay cosas que duelen mucho

Y que son necesarias

Volveré a equivocarme

Porque nadie es perfecto

Caeré otras cuantas veces

Pero nada será de la misma manera

Justo aquí estamos viviendo

Como en el cielo y el infierno

Entonces voy a construir

Muchas figuras con lo que queda

De las cenizas que han sobrado. 


                                                                                                                                               Debra, Bravo

martes, 19 de noviembre de 2019

Volver a nacer


Después de tanto tiempo siento que vuelvo a ser yo, muchas cosas empiezan a fluir de manera positiva, no es que todo esté de maravilla o perfecto. Pero de cierta manera hay cargas que son más llevaderas ahora. Y dependerá de mantener mi actitud positiva que las cosas sigan fluyendo igual. A fin de cuentas el camino siempre ha sido y será hacia adelante. Y mientras la fe se mantenga viva podrán venir miles de tormentas a estremecerlo todo, he igual me mantendré firme.

No tan dura como una piedra, ni tan frágil como la flor, pero si entera y eso será suficiente. Aprenderé también a mirar con delicadeza aquello que observaba con rudeza, ablandar el corazón. A respirar con mucha más profundidad y a soltar con más frecuencia. A entender que hay muchas cosas que no es necesario entender, y que simplemente hay que dejarles ser.


Aprender más, absorber como una esponja, y experimentar más en aquello que es capaz de llenarme el alma, no al punto de colapsar, pero si al punto de ser feliz haciendo cosas que realmente son significativas. Olvidar casi en su totalidad lo negativo, el NO. Dar y entregar más de lo bueno, sepultar rencores, esconder los miedos aunque a veces se quieran asomar. Traspasar los límites exigidos, vivir cada instante y salir de la zona de confort. Confiar en la voluntad y los caminos de Dios. Que no dejará caer a sus hijos.

Debra, Bravo

Notitas

Es tan simple como respirar, es tan real como el cielo y todo aquello que lo complementa. Tan sublime como el silencio que se percibe allá e...